Con el crecimiento y la explosión demográfica, también se dispararon las enfermedades y las epidemias, y solo había, en toda la ciudad, en todo el departamento, un hospital para atender la demanda: el San Juan de Dios, de caridad; atendido con cuidado y profesionalismo, por los médicos de la naciente escuela de Medicina de la Universidad de Antioquia y sus estudiantes.